La Trampa del Trabajo... y cómo salir de ella Pág. 6 de 17 PREMIUM
Esta es la “trampa del trabajo” de los EMPRENDEDORES y comerciantes: el hacerse “adictos” y dependientes de grandes sumas de dinero, ya que si bien se realiza mucho esfuerzo, el dinero llega de forma relativamente sencilla y en mucha más cantidad que como empleado, pero la trampa no está en que te guste usar y disfrutar el dinero ni una mejor calidad de vida, la trampa está en no saber invertir ese dinero y también en elevar tus gastos de vida a un punto que si o si dependes luego de mantener esos ingresos muy elevados para poder llegar a fin de mes y pagar todas las cuentas nuevas que a partir de ahora ya no dejan de llegar (medicina prepaga de calidad, tu casa y sus gastos, tu auto y su gastos que cuanto más caro son, más caros también es su mantención, repuestos, patente, seguro, etc. y así en todos los aspectos).
También es importante mencionar que no sólo tu nivel de vida o ambición de más dinero te lleva a tener que mantener tu nivel de ventas, sino que muchas veces son los mismos proveedores de tu empresa o negocio los que te piden que para obtener cierto descuento en la mercadería que les comprás, que llegues a cierto nivel de volumen de compra todos los meses y sino lo hacés, perdés cierto nivel de descuento sobre las compras, por ende, los productos te terminan saliendo más caros y se puede comer toda o gran parte de la ganancia que generaste todo ese mes.
De modo que te ves obligado a comprar y vender en cantidad todos los meses a fin de que el trabajo de todo el mes valga la pena e incluso no vayas a pérdida absoluta si perdés mucho descuento en tus compras.
Apartado adicional sobre proveedores y clientes:
Los proveedores en un negocio en el cual le compras a pocos proveedores y le vendes a muchos clientes, son más importantes que los propios clientes y un buen precio de compra es fundamental…
En negocios que tienes pocos clientes (por ejemplo en empresas de consultoría que tal vez tienen como cliente sólo a 3 o 4 empresas) y tal vez tienes muchos proveedores o ni siquiera tienes proveedores que sean relevantes en tus costos, en ese caso las demandas vienen más del lado de los clientes y querrás cumplirles lo mejor posible en tiempo y forma, muchas veces con un alto costo para tu salud física y mental.
Ahora bien, si logras elevar tu nivel de ingresos y calidad de vida en vez de como comerciante/EMPRENDEDOR, como EMPRESARIO, y para ganar ese dinero no dependiera de tu trabajo físico constante y altos niveles de estrés, por lo menos no estarías afectando tanto tu salud y si por alguna razón no pudieras trabajar, tus ingresos seguirán fluyendo y podrás igualmente pagar tu nuevo estilo y nivel de vida.
En resumen, la trampa del EMPRENDEDOR y comerciante es ganar mucho dinero, volverse adicto y luego necesitar si o si ese dinero para pagar todas las abultadas cuentas o bien simplemente para mantener tus niveles de compras con los proveedores, por lo que después ya no se puede parar y como se hace todo a costa de un gran esfuerzo físico y mental, a veces termina muy mal tanto psicológica como en costo de salud.
Ejemplos de esta fuente de ingreso serían:
Locales comerciales, repartidores, taxistas, dueños de kioscos, restaurantes, reventa de mercadería, distribuidores y comerciantes en general, profesionales independientes como programadores, dentistas, abogados, vendedores, comisionistas, contadores, contratistas, gremios (electricistas, plomeros, gasistas, instaladores), etc.
Todas estas personas pueden tener una empresa pero no los ingresa en la categoría de EMPRESARIOS si ellos son los que realizan gran parte del trabajo operativo de la empresa, pero eso lo explicaré en la siguiente fuente de ingreso.
Además es importante tener presente que si “estás todo el tiempo trabajando en lo operativo, no tendrás tiempo para pensar y diagramar una estrategia a largo plazo, pensar y gestar mejores negocios y sobre todo, estar lo suficientemente atento a los cambios del contexto y del mercado”.
EMPRESARIOS
En la fuente de ingreso de EMPRESARIO quisiera hacer primero una aclaración importante, Si un “EMPRENDEDOR” tiene una empresa, en ¿qué categoría entraría? Bueno, la respuesta es sencilla, si el trabajo operativo de la empresa se ve disminuido o incluso imposible de continuar si no está el dueño de la empresa, entonces estamos en presencia de un EMPRENDEDOR y no de un EMPRESARIO, Ej.: un dentista que atiende el mismo a sus pacientes, por más que esté legalmente registrado como una empresa, tenga un consultorio, secretaria, personal de limpieza, etc., entraría en la categoría de EMPRENDEDOR.
Ahora bien, siguiendo el mismo ejemplo de un dentista, si en vez de ser el mismo quien atiende a los pacientes, usa su conocimiento de la profesión y del negocio para tener otros dentistas trabajando, secretarias que toman los turnos, personal de mantenimiento, limpieza, etc., aunque este dentista no vaya unos días o meses a trabajar, la empresa podría seguir trabajando, prestando su servicio, facturando, cobrando, etc., en ese caso se trata de un EMPRESARIO, ya que… “para ser EMPRESARIO no sólo hay que tener un empresa sino que la empresa sea capaz de seguir operando y facturando aunque el dueño no esté por un tiempo”.
Ya que mencioné esta diferencia entre tener una empresa y ser o no EMPRESARIO, exactamente lo mismo ocurre con los comerciantes y dueños de locales a la calle como por ejemplo un kiosco, panadería, restaurant, etc. Es decir, tener un comercio si te hace comerciante, pero podés ser comerciante bajo el esquema de EMPRENDEDOR o bien de EMPRESARIO, dependiendo sobre todo de la diferencia fundamental, si el negocio puede funcionar plenamente si vos no estás o no, o “si vos tenés que estar para que la cosa funcione”.
Ahora bien, si quieres entrar en la fuente de ingreso de EMPRESARIO (o EMPRENDEDOR), te sugiero que pienses algunas cuestiones importantes para tomar la decisión de que emprender:
1) ¿En qué eres bueno o siempre te han marcado que tienes una habilidad o predisposición natural?
2) ¿Qué te gusta hacer? No sólo pienses en que cosas dan dinero porque si tienes la suerte de que el negocio sea un éxito, vas a pasar mucho tiempo de tu vida en esa actividad y si es algo que no te agrada, tu calidad de vida y felicidad disminuyen drásticamente aunque tengas más dinero. Y si el panorama se pone difícil, es menos probable que persistas, innoves y busques una y otra vez como encontrarle la solución.
3) ¿Hay un mercado para eso que crees que tienes cierta predisposición natural y te gusta hacer? ¿Qué producto o servicio puedes ofrecer que ayude a las personas y estén dispuestas a pagar por eso?
4) Una vez definido los puntos anteriores, ¿qué necesitas para comenzar? ¿te conviene hacerlo solo o puedes obtener sinergia asociándote o generando algún acuerdo comercial con alguien más?
5) ¡PASAR A LA ACCIÓN! Sin excusas, sin vueltas, sin caer en lo que se denomina “parálisis por análisis”, es decir, no seguir mucho tiempo investigando e investigando, dándole vueltas a la asunto… igual no tiene sentido ya que descubrirás prontamente que luego de empezar, mucho de lo que habías planificado resulta terminar siendo de otro modo y tienes que ir adaptando el plan y recalculando en el camino. Así que, no des vueltas, ACCIÓN, ACCIÓN, ACCIÓN.
Otra opción es comprar un fondo de comercio (es decir, comprar un negocio ya funcionando) o bien comprar una franquicia como MacDonal´s, etc., la ventaja de esto es que ya muchas cosas no tendrás que idearlas tú mismo y el modelo de negocio ya está probado con lo cual disminuyes gran parte del riesgo y la incertidumbre pero en el caso de las franquicias, te quita gran parte de la libertad para dirigir el negocio y hacer cambios.
Una vez que empieces a trabajar en tu emprendimiento puedes aplicar el “Método Lean Startup” del libro de Eric Ries (te recomiendo que lo compres y lo leas) que si bien está pensado para “Startups”, aplica para cualquier emprendimiento y te ayudará en este proceso de CREAR, MEDIR, APRENDER (y CORREGIR si es necesario y volver a repetir el proceso):

Es decir:
1) Piensas y creas un producto o servicio.
2) Luego lo vendes y ves la respuesta y las sugerencias o reclamos de tus clientes.
3) Analizas los datos de ventas, información y sugerencias que te dan tus clientes y luego vuelves al paso 1) comenzando así una “nueva iteración”, dónde decides si tienes que crear un producto nuevo o modificar el existente, etc. y sigues la rueda (la palabra "iteración" viene de "iterar" que significa volver a repetir el proceso una vez más desde el principio con la intención de alcanzar una meta deseada, objetivo o resultado. De ahí la palabra "reiterar" que viene de "volver a iterar", aunque la palabra "reiterar" se usa más para "repetir algo" pero de la misma forma que la vez anterior, en cambio "iterar" se usa más para repetir un procedimiento que tiene partes que cambian).
En cada iteración vas mejorando cada vez más tu producto o servicio y verás como muchas veces es muy distinto a tu “idea original” y además, a veces los contextos cambian, las tecnologías, etc., así que este es un proceso que debes hacer siempre, es posible que a veces todo vaya bien y no sea necesario hacer cambios pero en cuanto sea necesario, puedes comenzar una nueva iteración y corregir lo que hay que corregir.
Te comparto dos frases que me han resonado mucho tiempo en la cabeza y creo que son muy valiosas para tenerlas presentes:
- “Si no tienes el valor de trabajar por tus sueños, terminarás trabajando por los sueños de alguien más”
- “Si no tienes el valor de vivir como piensas, acabarás pensando como vives”
Luego una vez que te encuentres en ACCIÓN, seguramente vas a tener que mejorar tus habilidades de la gestión del tiempo, el discernimiento para establecer bien las prioridades y las urgencias sin perder de vista lo importante y tu misión (o la misión de la empresa), etc. Pronto descubrirás que tendrás que decir muchos “no” y empezar a tener muy presente el concepto de “camino crítico”.
El camino crítico es un concepto que suele usarse en Gestión de Proyectos para determinar cuáles son las cosas que sino haces, luego pararán otras actividades u otras tareas, es decir, por ejemplo: Si tienes una fábrica, es muy importante asegurarte siempre de tener materia prima para fabricar y que nunca se agote, ya que si eso pasara por un descuido o demora en las entregas, tendrás a todos los operarios sin poder trabajar hasta que resuelvas ese problema, es decir, esa tarea que se te “escapó”, paró las tareas de prácticamente toda la empresa con el costo económico que eso tiene ya que los sueldos, tendrás que pagarlos igual.
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