La Trampa del Trabajo... y cómo salir de ella Pág. 7 de 17 PREMIUM
Volviendo al tema de la fuente de ingreso de “EMPRESARIOS”:
Dentro de esta fuente de ingreso de “EMPRESARIOS” yo dividiría a las empresas entre “Fácilmente ESCALABLES” y “Difícilmente ESCALABLES” (aunque no imposible).
Dentro de las “Fácilmente Escalables” están por ejemplo las denominadas “Startups” a las cuales les dediqué un blog aparte: clic aquí
Las “Difícilmente Escalables” serían los negocios más tradicionales, como el de la empresa del dentista mencionado anteriormente que si bien puede gestionarlo como EMPRESARIO, sería un modelo “difícilmente escalable”. La diferencia entre Fácil o Difícilmente Escalable se basa en dos aspectos fundamentales:
Para saber si se trata de una empresa y/o modelo de negocio Fácilmente Escalable, tendrías que hacerte estas preguntas:
Si yo quisiera aumentar la producción de bienes o servicios de la empresa:
1) ¿Puedo hacerlo rápidamente?
(¿o requiere pasos lentos como alquileres nuevos, contratar y capacitar muchas personas, etc.?)
2) Si yo facturo “$1.000” con 1 empleado y ciertos recursos edilicios, etc.… Si quiero facturar “$5.000” ¿necesito 5 empleados y/o multiplicar todos los recursos por 5 o incluso más?
Para que sea una empresa “Fácilmente Escalable” (o bien con el potencial para hacerlo), la respuesta a la primera pregunta debería ser “Si” y la respuesta a la segunda pregunta debería ser “No”, el resto de las combinaciones de respuestas, daría como resultado una empresa “Difícilmente Escalable”, no quiere decir que no se pueda, pero si quiero facturar más, los costos en tiempo y dinero de escalar ese modelo de negocio crecen proporcionalmente también.
Si la respuesta a la pregunta 1) es que no requiere mucho tiempo poder aumentar los recursos para crecer ya que con un par de clics o pocas horas de trabajo podés aumentar mucho la oferta de tu producto o servicio, y además la respuesta a la pregunta 2) es “No”, entonces estaríamos en presencia de una empresa potencialmente Escalable “Exponencialmente” que podría llegar a ser rápidamente lo que en la jerga de startups se conoce como un “unicornio” (si quieres profundizar en estos términos y en este tema: clic aquí).
Ejemplos de empresas “Fácilmente Escalables” son aquellas que se puede aumentar el doble la facturación o más sin necesidad de esperar el doble de tiempo y/o tener el doble de recursos, Ejemplos: startups, influencers, músicos, actores/películas, escritores, periodistas/diarios, portales de noticias, canales de YouTube, redes sociales, aplicaciones, juegos online, etc. Cuando digo “fácilmente” no significa que sea fácil de lograrlo, sino que el “modelo de negocio” tiene el potencial para hacerlo.
Si tienes una pizzería y vendes 100 pizzas por día, tal vez puedes vender 150 pizzas por día con los mismos recursos, pero eso no lo hace una empresa “Fácilmente Escalable” porque pasada cierta cantidad de pizzas por día, deberás duplicar o aumentar mucho tus recursos para poder seguir vendiendo, es decir, si quieres vender 100.000 pizzas por día o 1 millón de pizzas por día, seguramente tus costos se elevarían radicalmente.
Ahora si eres un influencer que genera ingresos por publicidad, el costo de producir y editar un video es el mismo si lo ven 10 personas que si lo ven 100 millones de personas y te generaría muchísimo más dinero, ese sería un modelo “Fácilmente Escalable” aunque de “fácil” en realidad no tiene mucho…, debes tener la suerte y la capacidad para poder lograrlo.
Ejemplos de empresas “Difícilmente Escalables”: locales comerciales, empresas de mantenimiento, gremios, transporte de pasajeros o mercadería, venta de productos físicos, etc. ¿Esto significa que no se pueden escalar? ¿Acaso no conozco McDonald’s? Claro que si se pueden escalar, pero eso requiere tomar proporcionalmente más empleados, tal vez agrandar el edificio, usar más materias primas, mercaderías, etc. De hecho el ejemplo de McDonald’s, si bien escaló muchísimo, la mayor parte se hizo a través del “modelo de Franquicias” dónde cada persona que adquiere la franquicia se encarga de la administración y la gestión de los problemas cotidianos de cada local ya que es un modelo “Difícilmente Escalable” para ser todo administrado y gestionado en el día a día por la misma empresa. Esto es un claro ejemplo de que se puede pero que es difícil, y el modelo de negocio de franquicias viene justamente a tratar de disminuir esa dificultad.
Ahora bien… parece todo maravilloso como EMPRESARIO, y entonces…:
¿Cuál es la trampa del trabajo del EMPRESARIO?
Lo primero que quiero decir en este punto, antes de entrar de lleno en cuál es la trampa del EMPRESARIO, es algo muy curioso, es una incomodidad a nivel psicológico que es un poco absurda pero puede que te pase cuándo estés haciendo la transición de EMPRENDEDOR a EMPRESARIO. Me refiero que tendrás al principio que luchar contra la “culpa” de hacer dinero aunque no estés trabajando duro físicamente por muchas horas cada día.
Es decir, tan fuerte es la cadena psicológica que nos autoimponemos o nos impone la cultura o nuestros familiares y amigos que tienen su fuente de ingresos como EMPLEADOS o EMPRENDEDORES, que al hacer este paso a EMPRESARIO, pronto descubrirás que ganarás más dinero que antes pero con mucho menos esfuerzo físico y eso en cierta clase social se considera que “no es correcto” y por ende sientes “culpa” y tratas de trabajar más y cansarte más, sólo para no sentirte culpable de tu éxito (puede parecer un absurdo cuando no tienes estos prejuicios, pero si los tienes, los tenías o los tienen tu círculo de amistades y familia, entenderás de lo que estoy hablando).
Lo cierto es que luego entenderás con el tiempo que no importa cuán duro trabajes, sino cuan inteligentemente trabajes y que resultados estés obteniendo.
Tu esfuerzo físico no sólo que no es necesario, sino que muchas veces es contraproducente, ya que si estás trabajando muy duro y te cansas y estresas mucho, posiblemente no sólo tu salud empeore, lo cual es un problema para tu negocio también, sino que además, muchas veces pierdes el foco y la visión a largo plazo, la estrategia, etc. De ahí el dicho que se le atribuye a John D. Rockefeller:
“El que trabaja todo el día no tiene tiempo de ganar dinero”
John D. Rockefeller
Trabajar sin parar, hará que pierdas muchas oportunidades y peor aún… que no estés atento para ver venir y anticiparte a ciertos cambios de tendencia que podrían poner a tu empresa e inversiones en jaque…
Bueno, ahora si, ya hecha la aclaración anterior que me parecía muy importante, voy a entrar de lleno en la trampa del trabajo del EMPRESARIO.
La trampa del EMPRESARIO es parecida al del EMPRENDEDOR: elevar mucho el nivel de vida, o mejor dicho, “elevar mucho el nivel de vida sin invertir”. Tal vez no tiene la consecuencia física tan directa del trabajo duro constante, el no poder parar uno mismo porque se cae todo muy rápidamente pero si tiene una alta dependencia al ingreso elevado que tu empresa genera, de modo que si la empresa entra en crisis, toda tu vida también.
Ahora bien, la solución a este problema pueden ser dos o incluso las dos a la vez. Lo primero sería no elevar innecesariamente a niveles tan altos tu nivel de vida, sobre todo en cosas que llegan para quedarse, como ser una casa enorme y de lujo, autos muy costosos, etc. Es decir, si te gusta y quieres hacerlo, no es malo en sí mismo, pero habría que tener en cuenta ciertas salvedades para evitar caer en algunas trampas. Si bien la creencia popular es pensar que llegado el caso podrías venderlo pero lo cierto es que por lo general cuando una empresa que genera tanto empieza a caer, muchas veces son en contextos dónde la economía y la política están en crisis a nivel país e incluso internacional. Por ende, tus bienes de super lujo, posiblemente pasen a valer la mitad o incluso peor, no haya precio alguno al que te los compren.
Cuándo el miedo se asoma a los mercados, prácticamente todos, incluso la mayor cantidad de los EMPRESARIOS exitosos, entran en el famoso estado “wait and see”, es decir: “esperar y ver”, que lo que hace es que no compren ni hagan prácticamente ningún movimiento durante varios meses o años, o si lo hacen, ofrecen precios muy bajos para aprovechar el momento o minimizar los gastos en tiempos de crisis. Entonces si tu empresa cae y justo en un contexto difícil, todo se cae medio a la vez como un gran castillo de naipes.
La segunda forma de protegerte de esta trampa es tener inversiones que te generen otros ingresos, que sean independientes de tu empresa, de modo que si la empresa entra en crisis, puedas mantener tu nivel de vida e incluso la empresa si crees que vale la pena mantenerla a la espera de tiempos mejores.
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